El mes rosa simboliza muchos mensajes importantes a nivel mundial. Desde generar alerta a esta enfermedad que se ha convertido en una de las principales causas de muerte en mujeres, hasta empoderar a las guerreras que día a día canalizan su fuerza interior para seguir luchando contra el cáncer de mama. Sin embargo, el mensaje que queremos que te lleves contigo de este mes es la conciencia, este conocimiento de que en tus manos está la capacidad de manejar las estadísticas a tu favor con un solo examen anual: la mamografía.
Hoy en BBK te contamos porque este simple estudio puede ser la clave para un diagnóstico temprano que puede salvarte la vida.
¿Qué es una mamografía?
Una mamografía es una prueba de imagen que utiliza rayos X de baja dosis para examinar los senos. Durante ella, cada seno se coloca entre dos placas de plástico y se comprime suavemente, esto ayuda a obtener imágenes más claras y a aplanar el tejido mamario, facilitando la visualización. A continuación, se toman varias radiografías de cada seno desde diferentes ángulos.
En las mamografías se busca la presencia de:
- Tumores: masas o bultos que pueden ser un signo de cáncer.
- Microcalcificaciones: pequeños depósitos de calcio que pueden ser un signo temprano de cáncer.
- Distorsiones en el tejido mamario: cambios en la forma o densidad del tejido que pueden indicar un problema.
¿Con que frecuencia se deben realizar las mamografías?
Esto va a depender de la tasa de riesgo que presenta cada paciente, lo recomendable es iniciar con un esquema de una mamografía anual en mujeres a partir de los 40 años.
¿Por qué es preferible una mamografía a un autoexamen?
Las mamografías se consideran un examen mucho más afectivo para la detección temprana del cáncer de mama debido a que, en comparación al autoexamen físico, debido a que:
- Son capaces identificar tumores que no son posibles detectarse al tacto.
- No están sujetas a la objetividad de cada persona con respecto a su propio cuerpo.
- Proveen una imagen lo suficientemente detallada para percibir cualquier alteración del seno.
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Mitos sobre las mamografías
“Las mamografías duelen”
Falso
La compresión que se realiza durante el estudio puede causar incomodidad, sin embargo, no es doloroso y muchas mujeres se refieren a la sensación como similar a un “Pellizco”.
“Los niveles de radiación usados en las mamografías son peligrosos”
Falso
la dosis total para común para dos tomas para cada seno es de aproximadamente 0.4 milisieverts (mSv), tendrías que exponerte a 100 milisieverts (mSv) al año para presentar riesgo de desarrollar cáncer.
“Solo las necesito si tengo antecedentes de cáncer en mi familia”
Falso
Si bien los antecedentes familiares son una señal de alerta que debes tomar en consideración, puedes correr el riesgo de desarrollar cáncer de mama aun así no existan antecedentes.
Es hora poner tu salud y bienestar como prioridad, tomando el paso de iniciar tu esquema de mamografías, sin miedo a los resultados, pero con la certeza de que sin importar lo que aparezca en el estudio, estás a tiempo de poder hacerle frente.